Miniloft es una palabra acogedora. Con las indicaciones del correo de Marina el taxista se orienta. Hessisches Strasse es una calle pequeña que baja desde Invalidenstrasse, bastante conocida. Como es larga, el tramo lo individualiza la estación de U-Bahn, el metro, Naturkundemuseum. La zona es tranquila y quizá por ello no somos conscientes de su valor cultural. En Chaussestrasse con Invalidenstrasse se encuentra la que fue casa de Bertolt Brecht y su esposa hasta que murieron. Un poco más al sur, descansan los restos de muchos alemanes ilustres en un pequeño cementerio que es difícil de percibir si no se ha leído la guía o te ha advertido un lugareño. Frente a nuestra casa, en Invalidenstrasse, un edificio decimonónico con trazas de museo confirma ser el de Ciencias Naturales, con una colección prodigiosa. Hacia el oeste, por donde hemos venido, la Hamburger Banhof, una antigua estación de tren contemporánea de Atocha, ha sido reconvertida en Museo de Arte Contemporáneo con unos fondos magníficos del arte más avanzado.
Las calles están solitarias y el tráfico es escaso. Las fachadas son de variada calidad, aunque todas están bien pintadas. Nos preguntamos si dormiremos en el antiguo Berlín Oriental. Nos falta orientación.
El miniloft es minimalista y acogedor. El nuestro se ubica en el edificio antiguo, el rehabilitado. El nuevo exhibe una fachada metálica vanguardista. Convive lo más moderno con lo tradicional. Es una constante en toda la ciudad. La mesa ha sido desplazada junto a la entrada y la cocina y resta encanto al hall. En contraprestación, el salón-dormitorio es amplio. Dos camas futón juntas y el sofá que se transforma en cama son los muebles principales. El armario es sustituido por unas estanterías de tela colgadas. El baño es perfecto.
Britta Jürgens y Matthew Griffin, dos jóvenes arquitectos, tuvieron que enfrentarse a la burocracia de la ciudad, a los bancos, que han calificado como delincuentes, a los constructores y otras fuerzas del mal para hacer realidad, hace cinco años, éste su primer proyecto. Viven en el edificio nuevo. Su ilusión da un toque hogareño a nuestra estancia. En la nevera han dejado zumo, dos cervezas y agua con gas. Un detalle de buenos vecinos.
Berlin: UNA JOVEN CIUDAD UNIFICADA, por Carlos Díaz Marquina, de viaje, 2011