Si la glorieta de Kottbusser Tor es el sucio y ruidoso corazón del Kreuzberg más creativo, entonces el legendario club West Germany es una arteria palpitante. Un local pequeño y algogrunge tras una lúgubre escalera y una entrada sin indicar. Si bien su programa de shows puede ser irregular, va más por la calidad que la cantidad, con conciertos selectos (la mayoría de tipo rock y ruido experimental) y exposiciones de arte. Cuando el ambiente se caldea los juerguistas pueden asomarse al balcón y tener a vista de pájaro las vías del tren. El bar se caracteriza por su secretismo, así que no hay página web, pero puedes apuntarte en la lista de emails en
Skalitzer Straße 133, Kreuzberg
U-Bahnhof Kotbusser Tor